Los hoteles se encuentran en estos momentos al cien por cien de su capacidad, vamos que te podría decir que en las ciudades más visitadas no vas a encontrar ni un mero rinconcito en el que hospedarte. Los hoteles en estos momentos junto a los bares y restaurantes en la costa son los que más trabajo tienen, la palabra descanso de momento no existe sobre todo mientras se disfruta de la temporada alta, y como podemos ver los empleados entregan todo para que su trabajo se haga ver y todo el mundo quede satisfecho. La limpieza en un hotel no resulta ser muy sencilla sobre todo cuando está lleno si nos damos cuenta la gente anda en movimiento a todas horas, ya que de vacaciones no todo el mundo sigue una rutina, no todo el mundo se acuesta a sus horas es complicado seguir un cuadrante de limpieza. Las habitaciones junto a los baños y las zonas comunes es lo que más relimpio debe estar, ya que es donde más personal hay durante todo el día, así que no queda más que estar allí desde temprano y encargarse de las zonas comunes primeo, para que cuando quieran bajar los más madrugadores ya esté todo como una patena.
Los dormitorios van en función de los que se van levantando, hay quien te pone el cartelito de no molestar porque ni siquiera va a salir a desayunar y hay quien te deja la habitación libre para que puedas limpiarla sin problema. La limpieza de las habitaciones debe ser exhaustivas ya que hay clientes que hasta te pasan el dedo para saber que has quitado el polvo, así que lo mejor cuando se entra a limpiar hacerse a la idea de que la limpieza debe ser a fondo, haciendo un barrido general y no dejándonos ningún rincón en el tintero. El cambio de sábanas y toallas es muy importante también ya que deben estar impolutas así que lo mejor es que pida aquí sus productos para hosteleria y hoteles y de esa manera asegurarse de que no va a estar manchada, van a ser completamente nuevas y el cliente va a estar satisfecho. Conseguir todo esto en un hotel no es complicado con la gente adecuada, trabajadores que se dejan la piel para que los clientes al final se vayan satisfechos, y quieran repetir antes de lo que nos imaginamos.