LAS MÚSICA Y LAS EMOCIONES

La música amansa las fieras y llama a las emociones. Consigue que nuestra sensibilidad aumente y ciertas experiencias vividas permanezcan más vivas en nuestra memoria gracias a ese recuerdo supletorio creado a partir de una melodía, un acorde singular o toda una banda sonora.

Un concierto puede marcarnos de por vida y marcar nuestro futuro. Una primera incursión en el mundo musical puede terminar con nuestra visita a una tienda de instrumentos musicales para hacernos con una guitarra económica con la que empezar a tomar clases o hacernos bucear por Youtube en busca de conciertos, solos de guitarra y demás actividades de virtuosismo.

Desde nuestros primeros días, la música va de nuestra mano y nos ayuda en la manera de sentirla y vivirla. Ya desde los años noventa, los estudios dedicados a la natalidad y a los primeros meses del bebé comprobaron el poder de la música en nuestra bienvenida a la vida.

MÚSICA PARA BEBÉS

Existen diferentes métodos para la escucha de música por parte del bebé, diferenciándose entre los previos y posteriores al nacimiento del bebé. Durante el embarazo es aconsejable que el bebé se habitúe a escuchar música. Esto, lejos de parecer una locura, consigue darle una sensibilidad superior.  Con ella aumenta el desarrollo auditivo, intelectual, motriz y sensorial.

Actualmente, vivimos en un momento de avances tecnológicos que no hacen otra cosa que facilitarnos la existencia. Nos la hacen más fácil y esto también es visible en el caso de la música y los bebés. Los instrumentos de reproducción musical son múltiples: tocadiscos, micro-cadenas, aplicaciones de escucha musical, reproductores digitales, canales de YouTube, etc.

De entre todos los estilos musicales del mercado, el más recomendado es la música clásica, principalmente los autores más significativos: Bach, Beethoven y Mozart. Una manera muy divertida y didáctica es el iniciar a los más pequeños por medio de sencillos juegos de ritmo y sonidos. A posteriori, el niño poseerá unas cualidades adquiridas para la socialización, la empatía y el tratamiento hacia las demás personas.

Tras su nacimiento, estas mismas herramientas también continúan siendo una ayuda complementaria para el perfecto desarrollo emocional y sensorial del bebé. Junto a ellas destaca otro dispositivo muy de moda entre los padres: la cámara vigila bebés. Con ella, además de comprobar que tu bebé se encuentra en perfecto estado mientras duerme, puedes reproducir música desde otra habitación de la casa y conseguir que el bebé la escuche como si estuviera en ella.