LA RESACA DE VALENCIA.

Una de las fiestas más prestigiosas de España que atrae a miles de turistas de todo el mundo se ubica en la localidad de Valencia, estoy hablando por supuesto de las fallas.

Las Fallas son las fiestas tradicionales por excelencia de Valencia y se celebran entre el 15 y el 19 de Marzo y han sido declaradas fiestas de interés turístico Internacional por la Unesco.
Estas fiestas atraen a un gran número de turistas a la Comunidad Valenciana, en las que hay mucha fiesta, jolgorio, comida, bebida etc pero… ay! Todo lo que sube ha de bajar y como toda gran fiesta que se precie viene seguida de un gran proceso de limpieza en Valencia y, por supuesto,  arreglo de los desperfectos varios que se originan durante estos días.

LA RESACA EN CIFRAS

Como las fiestas son a lo grande, la resaca que deja es del mismo calibre: monumental. Se cifran los gastos de limpieza y arreglo en la ciudad de unos, nada más y nada menos que, 300000 euros, casi un 25% más este año 2017 que el año pasado. Por hacer un desglose a grosso modo, los desperfectos en mobiliario urbano se cuantifican en unos 155000 euros de momento aunque la cifra podría aumentar. Para la reparación de los desperfectos en los jardines públicos se invertirá la friolera de 80000  euros.
Durante la semana de las fallas se han recogido cerca de 10000 toneladas de basura y aún queda más por recoger.

Las fallas han dejado también 2338 toneladas de ceniza y 7336 toneladas de basura no reciclable.

Por supuesto, toda esta basura generada de más durante las fiestas genera un gastos extraordinarios, ya incluidos en el presupuesto municipal, de 1,1 millones de euros más.

Cuando nos vamos de turismo a una fiesta de reconocimiento internacional muchas veces dejamos de lado el ecologismo y el civismo, pero en fiestas tan multitudinarias, es preciso hacer un examen de conciencia y aplicar el viejo proverbio de campista de “dejar todo igual o mejor que como lo encontraste” ya que, si nos dejamos llevar por la fiesta desenfrenada acabaremos con estas fiestas agravando la recuperación de la resaca de las ciudades que las acogen, por que,¿ hasta que punto es asequible para una ciudad organizar este tipo de eventos si los gastos aumentan llegando a ser tan excesivos?, merece la pena planteárselo, ¿no?.