Cuando uno compra una casa en portales como www.cascanticbcn.com/ puede encontrarse ante dos situaciones: la vivienda es totalmente nueva o cuenta con nuestra aprobación decorativa o bien la casa se encuentra a reformar o nuestro gusto estilístico no tiene nada que ver con el de los antiguos dueños. Si nos encontramos en la segunda situación, la pregunta es, ¿y ahora cómo lo decoramos?.
Si tu bolsillo te lo permite, en muchos casos la decoración de la vivienda corre a cargo de un profesional. El diseñador de interiores tiene experiencia y sensibilidad para sacarle el mejor partido a tu nuevo y futuro hogar, además de ser conocedor de las últimas modas en lo que a estilos se refiere.
En primer lugar realizará una entrevista personal en la que conocerá tus gustos personales y peticiones. Por ejemplo, si tienes una cómoda de herencia familiar que quieres colocar en tu habitación, es importante que se lo comuniques ya que será crucial para que el diseño interior no sea un desastre ni tenga orden ni concierto.
En caso de que te guste el mundo de la decoración o tu situación económica no te permita esta ayuda externa, no hay de qué preocuparse: internet y las revistas especializadas nos dan las claves para descubrir qué estilo es el nuestro.

DESCUBRE TU ESTILO
¿Te gustan los colores llamativos o eres más de tonos suaves? ¿Almacenas gran cantidad de objetos o prefieres que tu salón parezca de revista? Seas del gusto que sea, lo encontrarás en estilos como el retro, étnico, clásico o minimalista.
El estilo retro gusta de colores estridentes, vinilos con personajes de cómic y cuadros como los que hacía Andy Warhol de grandes artistas contemporáneos. La diversión como ley de vida en un remember de épocas pasadas cool.
El estilo oriental tiene el orden y la armonía como máxima. El equilibrio entre las formas horizontales dará el orden que necesitamos tras volver a casa. Los colores son suaves y siempre relacionados entre sí.
El estilo clásico elige la opulencia, las maderas y el gusto por esculturas y arte similar al de los griegos y romanos. En casas de pequeño tamaño puede resultar excesivamente cargante. En ocasiones este estilo y el romántico se identifican por esta ampulosidad.
El estilo minimalista se basa en el menos es más, en el que la cantidad de muebles es reducida y la selección de objetos una máxima.